Por Milton Rivera
Los fueros parlamentarios surgieron a mediados del Siglo XIV como consecuencia de las nacientes democracias constitucionales o monarquías parlamentarias que veían en la figura del Rey una amenaza al equilibrio de poderes. Hoy, a siete siglos y un continente de distancia: ¿Siguen cumpliendo la función que les dio origen? ¿O han caído en una espiral de obsolescencia que nos hace cuestionar los tres artículos de nuestra Constitución que los mencionan?